La radiante abadía de La Chaise-Dieu, joya del patrimonio de Haute-Loire, es testigo de un rico pasado que te contamos a través de tres historias enriquecidas por la investigación científica.

Tres increíbles historias en torno a la Abadía de La Chaise-Dieu

Danza macabra vista bajo una nueva luz

Esta pintura forma parte de las pinturas funerarias del siglo XV, periodo que estuvo precedido por epidemias de peste, hambrunas y guerras que cambiaron la relación de la sociedad con la muerte. La pintura tiene la forma de trazos esbozados a los que se les ha dado un tinte rojo. Si durante mucho tiempo la obra se consideró inacabada, un estudio realizado en 2021 apunta a que podría haberse terminado pero que su entorno climático y antiguas desafortunadas restauraciones no habrían permitido un completo estado de conservación.

Otro estudio realizado en 2016 por un arqueólogo también planteó la hipótesis de que la Danza macabra no sería una pintura aislada, sino parte de un programa iconográfico, que en la nave norte de la abadía también incluiría una pintura sobre la estatua yacente de Smaragde. de Vichy y los restos de un cuadro de un Juicio Final. El estudio llega incluso a considerar que la pintura podría leerse en sentido contrario al que habitualmente se propone. La danza involucra así primero a la parte inferior de la sociedad hasta llegar a los más dignatarios hacia la muerte, después de lo cual la presencia de Adán y Eva recordaría a todos el pecado original.

Jacqueline Picasso y el festival Chaise-Dieu

La última esposa de Picasso tenía un verdadero cariño por La Chaise-Dieu y su festival donde organizó en 1981 y 1985 dos exposiciones dedicadas a la obra del ilustre Pablo Picasso. Es por este mismo apego que en 1983 ofreció al municipio de La Chaise-Dieu la suma de un millón doscientos mil francos para que éste adquiriera la Maison du Cardinal de Rohan, el último edificio de la abadía en tener sido construido, a finales del siglo XVIII.

La donación contenía una cláusula que establecía que el edificio sería “destinado exclusivamente a actividades en los campos de la pintura, la escultura, la danza clásica o la música, con exclusión de cualquier otra actividad. Precisamente en la Maison du Cardinal, restaurada después de tres años de trabajo, el equipo del festival La Chaise-Dieu se instaló de forma permanente en 2016. ¡Así se respetaron los deseos del donante!

La Leyenda del Salón del Eco en el Chaise-Dieu

Esta sala con su magnífica decoración en escala de grises tiene una acústica excepcional: si te sientas en dos ángulos opuestos, puedes escuchar claramente los susurros de tu pareja sin que el resto de la sala se entere de tus secretos... Cuenta la leyenda que esta particularidad permitía a los monjes confiésense los leprosos sin miedo al contagio.

Si éste parece tener poca base histórica y que el fenómeno acústico es bien conocido -los sonidos son conducidos y reflejados a lo largo de las diagonales de la bóveda-, la historia ha contribuido durante muchas décadas a la reputación turística de la abadía. Increíble pero muy cierto, este salón, cuya finalidad desconocemos cuando fue construido por los monjes mauristas a finales del siglo XVII, parece haber servido como lavadero en la época de la Revolución. Restaurada a fines de la década de 70 y en 2018, la sala pudo recuperar su diseño y decoración originales.



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