Tras las huellas de los peregrinos a Santiago de Compostela

Saliendo de Saugues, la caminata cruza el Margeride, un macizo de páramos salpicado de bolas de granito y turberas de abedules enanos. Una travesía en una naturaleza salvaje impregnada del misterio de la bestia de Gévaudan.
En las crestas del Margeride se levanta un antiguo edificio de piedra, el Domaine du Sauvage y su posada, que ofrece una parada imprescindible para aprovechar la fuerza y ​​la magia de estos paisajes.

Una naturaleza salvaje inmersa en el misterio de la Bestia de Gévaudan

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